martes, 16 de septiembre de 2014

A rodar!

La casa está quieta y todo comienza a rodar.
Mi cabeza llena de notas y una estrofa demás.
Mi sonrisa se transforma en un buen compás, cuando pienso en las notas de nuestra canción.
No me malinterpretes, no quiero hablar.
Mis pensamientos se unen uno al otro, formando un sube y baja de estados anímicos, dejando de lado mis labios que quieren cantar.
Yo quiero sentarme en aquel sillón, decirte las cosas que nunca te dije. Acariciar tu alma y besar tus manos.
No me niegues un buen rato en la habitación, riendo, bailando.
La cabeza me da vueltas, y pienso en vos, en ellos, en mi.
Pienso en mi gente, en mis piernas, en mi vida y en mi piel.
Pienso en aquel día, pienso en hoy, en mis vicios y en ayer.
Y cuando duermo pienso otra vez.
La cabeza me da vueltas, como siempre cuando estoy sola...y cuando la casa está quieta.
Y estoy acá, con mis pensamientos, con las mil y unas vueltas que dimos, con los secretos que supimos decirnos.
La vida no nos detuvo, los soles aparecieron cada mañana por la ventana. Y yo te abracé, te quise tanto.
Te quiero tanto.
Y el tic tac del reloj no para, y cuando lo miro ya marca el medio día.
Perdón, me tildé.
Dejo la taza a un costado, me levanto.
Giro bien quieta y te olvido otra vez, hasta que te vuelva a pensar.
Hasta que te vuelva a extrañar.



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